El Síndrome
La maternidad es un síndrome.
Un síndrome de qué?... de que algo no va bien? de que se te pasa el arroz? demasiados porros? de que es hora de pasar a otra fase? un síndrome de fase. Cada vez suena peor.
Yo no tengo el síndrome. A los 30 y sin síndrome. Evidentemente, demasiados porros.
Bueno, no es que no me gusten los niños. No, no, todo lo contrario, si son divertidísimos, me encantan!. Aunque de momento prefiero a algunos padres. Las niñas son para jugar, a mí me gustan los niños cuando sonríen. Hasta entonces son un saquito de celulosa, una especie aparte que se dedica a tres cosas fundamentales: comer, cagar y echar la raba. Y luego hay problemas alimenticios en la adolescencia... los van arrastrando!
Un pequeño bebé es como una morsa pero sin dientes. No hablan, no se mueven, en vez de eso, gimen con alaridos sobrehumanos y reptan y mueven sus kilillos de grasa como focas al sol. Me imagino lo que tiene que ser un duelo a primera sangre de dos bebés... impresiona eh? Las dos luchando encarnizadamente por el último potito... abriendo sus boquillas desdentadas para acojonar al contrario... cualquiera se mete! se ceban contigo y acabas llena de babas por todos lados, restos de vómitos y olor a caca de bebé. Lo reconozco, me gustan los niños cuando crecen.
Una vez que saben cuál es su sitio, como los cachorritos, la caca en el baño y la comida dentro, no por el babero.
Fuera bromas, en realidad me encantan los niños, cuando saltan, cuando están alegres, cuando dejan de dormir 24 horas al día y sólo callan cuando tienen algo en la boca (como sus padres...).
Comprarles ropitas, ponerles guapos, oírles reír... todas esas cosas bonitas... quetecomaselpescadoqueteatizo... pero bueno, tampoco me importan esos malos rollos de que laniñanomecome. Una vez que has tenido animales en casa a quienes has educado (a veces con zapatilla... fiu fiuuuu) eso está chupado. Lo malo es lo otro.
Lo otro son los 9 meses. Es algo que no me cabe en la cabeza... a quién le puede resultar entrañable, placentero, hermoso... tener un alien en el estómago?. 9 meses deforme con una tripa puntiaguda, tu novio ya no te ve como su amante, su compi, sino como una vaca con un cachorro, tu cachorro, y claro, cada vez te vas comprando ropa más grande, bragas con más tela, sujetadores que parecen coladores de la Magefesa... no sé, no estoy demasiado convencida. Pero el más acojonante de los 9 meses es el último.
Bueno, y ahora cómo lo sacamos?????.
Por ahí.
Perdón????.
Sí, sí, por AHÍ.
Ya la hemos jodido. Porque que entrara es fácil, pero una vez que ha fermentado, ha subido la levadura y todo, no sé a ti, pero a mí me parece que un pastel tan grande no cabe por la puerta de este microondas. Puedes elegir, parto natural (de eso nada chato, es un eufemismo para decir "a pelo". Parto con epidural (epi: equipo de protección individual... haberlo pensado hace 9 meses joía!!!!), y mi favorito: parto bajo el agua... puedo meter la tabla en la piscina con el ginecólogo, mi chico, el alien y la cámara de vídeo?????.
Lo dicho, de terror. Luego sale el aliencito de una puta vez después de casi un año sobando y comiendo a tu costa y bueno, decir que es feo es no decir nada!. Es como un chimpancé pero en rosa. No hacen más que mover los dedos para enganchar algo y no soltarlo jamás, lógico, con esa jeta por lo menos se han pasado los últimos 9 meses agarrados a la rama de un árbol...
Texto del 30 de enero de 2006.
4 comentarios
Nalu -
Esas mamitas no te miran por encima del hombro solo tienen ojos para sus hijitos.
Tampoco pasa nada si no los tienes, puedes vivir sin ellos, yo ya no. Peros tus genes son los que te presionan, su mision es sobrevivirte.
Y si, tener niños es tan genial como surfear una ola.
Tekki -
aKuA -
Aramys -